Desde que el humano es hombre y el hombre colectividad, los desperdicios han acompañado a esta historia apócrifa e inverosímil llamada sociedad, la basura no es mas que un identificador de nosotros mismos, los escombros mentales, son simplemente una perdida fructífera de la estupidez colectiva, la basura es un reflejo del infierno posmoderno, estamos perdidos en las coordenada urbanas, nos alarmamos por el exceso de basura en la naturaleza humana, le impedimos al yo reírse de si mismo y de sus desperdicios, estos parámetros de valor que rigen nuestros destinos no son mas que una porquería moral y caduca, enfermos de la normalidad hemos pretendido dirigir el pensamiento de las masas, pero por fortuna somos todos, unos buitres de la putrefacción social.
El misterio de la realidad no es un mediocre paisaje del absurdo, ni de su vanagloriosa exposición como arte o teoría, la realidad es que los parámetros del desperdicio y lo inservible tan solo se han alimentado de la maquina social, que condiciona al sujeto a los estereotipados términos de la libertad y la creación, lo que algunos podrían llamar basura, para otros podría ser una sublime forma de narrar lo que predomina a nuestro alrededor…. Civilización e inmundicia.
La constante destrucción de nuestro, entorno por unos cuantos intereses particulares no solo nos habla de la apestosa “sociedad de consumo” nos habla de la torpeza con la que el humano se ha casado con el vacío, las apariencias y el disfraz
Ya no hay lenguaje ni dogma alguno que pueda traducir esta irrealidad, llamada vida, hemos de derrumbar los símbolos de poder generalizados, asesinemos la estupidez y la mediocridad de una vez por todas, nadie puede vivir con la mitad de su organismo, nadie puede sentir con la mitad de su cerebro, nadie puede generar esta cantidad de basura sin perforar el inconsciente humano.
Sin embargo, a pesar de las enfatizadas posturas sociales, a favor de la limpieza y la pulcritud mental, lo bello y lo pendejo no deja de ser mas que un una pasarela de modas y estereotipos, que detienen la evolución de la especie, no todo lo mediocre, es corrupto y perverso, es decir no en toda la basura encontraremos éxtasis y magia.
En estos paralelos infinitos existen demasiados tipos de basura, hay pepenadores del absurdo pepenadores de lo real, pepenando el vacío, nos damos cuenta que la revolución de la carne y el pensamiento son una forma directa de transgredir nuestro entorno.
Los parámetros masificados dentro de la escala de valores y utilidades no son más que un absurdo modo de engaño y sobre estimación de la historia humana.
La droga del consumo, la moda y la pretensión se ha convertido en una escalera social de sobre producción en lo efímero, no todo lo que esta podrido huele bien, hay que tener un gusto excesivo grotesco, desinhibido, irónico y gracioso ante este monstruo de agradable aroma llamado mal gusto.
Destruyamos la cultura de la mediocridad ningún cerebro estéril puede perforar su deformación, corrompamos los estereotipos, de lo bonito y pendejo, llevemos nuestros desperdicios al extremo perverso y mágico del inconsciente humano, de la mierda venimos y por la mierda se nos confrontara.
En cierta explosión del universo, surgió de la basura el humano, esta es la historia chistosa de lo que no podemos aceptar, que viva la basura, que viva la bestia, que viva el monstruo, que viva la post-humanidad.....
MARGARA CERVANTES
El misterio de la realidad no es un mediocre paisaje del absurdo, ni de su vanagloriosa exposición como arte o teoría, la realidad es que los parámetros del desperdicio y lo inservible tan solo se han alimentado de la maquina social, que condiciona al sujeto a los estereotipados términos de la libertad y la creación, lo que algunos podrían llamar basura, para otros podría ser una sublime forma de narrar lo que predomina a nuestro alrededor…. Civilización e inmundicia.
La constante destrucción de nuestro, entorno por unos cuantos intereses particulares no solo nos habla de la apestosa “sociedad de consumo” nos habla de la torpeza con la que el humano se ha casado con el vacío, las apariencias y el disfraz
Ya no hay lenguaje ni dogma alguno que pueda traducir esta irrealidad, llamada vida, hemos de derrumbar los símbolos de poder generalizados, asesinemos la estupidez y la mediocridad de una vez por todas, nadie puede vivir con la mitad de su organismo, nadie puede sentir con la mitad de su cerebro, nadie puede generar esta cantidad de basura sin perforar el inconsciente humano.
Sin embargo, a pesar de las enfatizadas posturas sociales, a favor de la limpieza y la pulcritud mental, lo bello y lo pendejo no deja de ser mas que un una pasarela de modas y estereotipos, que detienen la evolución de la especie, no todo lo mediocre, es corrupto y perverso, es decir no en toda la basura encontraremos éxtasis y magia.
En estos paralelos infinitos existen demasiados tipos de basura, hay pepenadores del absurdo pepenadores de lo real, pepenando el vacío, nos damos cuenta que la revolución de la carne y el pensamiento son una forma directa de transgredir nuestro entorno.
Los parámetros masificados dentro de la escala de valores y utilidades no son más que un absurdo modo de engaño y sobre estimación de la historia humana.
La droga del consumo, la moda y la pretensión se ha convertido en una escalera social de sobre producción en lo efímero, no todo lo que esta podrido huele bien, hay que tener un gusto excesivo grotesco, desinhibido, irónico y gracioso ante este monstruo de agradable aroma llamado mal gusto.
Destruyamos la cultura de la mediocridad ningún cerebro estéril puede perforar su deformación, corrompamos los estereotipos, de lo bonito y pendejo, llevemos nuestros desperdicios al extremo perverso y mágico del inconsciente humano, de la mierda venimos y por la mierda se nos confrontara.
En cierta explosión del universo, surgió de la basura el humano, esta es la historia chistosa de lo que no podemos aceptar, que viva la basura, que viva la bestia, que viva el monstruo, que viva la post-humanidad.....
MARGARA CERVANTES
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