¡!!!!!!!! La carne ya no existe ¡¡¡¡¡¡¡
La deformidad se ha convertido en una pinche perra que gime pendejadas….cuando le penetran los únicos vestigios neuronales que le acercaban a la divinidad….
Las drogas, el sexo, la locura, la perversión, la carne después que la muerte de los excesos cotidianos, que todos gozamos, hemos mutado en pedazos deformados que cobran vida, que gozan describiendo las atrocidades apocalípticas que todos compartimos somos un espejo de perversiones tacitas. Nuestros encuentros con los cuerpos muertos desde su origen terrenal, nos enfrentan a un destino innegable la paulatina degeneración DEL BIEN LLAMADO CUERPO...
Hemos conocido tan solo, una línea prefijada por la sociedad de consumo, no hemos perdidos el miedo a la carne, somos incapaces de superar lo establecido, los patrones estereotipados de estas sociedades carnívoras nos han encerrado en imágenes BONITAS, la belleza pura es la deformidad de los excesos y su locura apócrifa…
La pornografía y el erotismo nos son mas que el reflejo de una sociedad moralista y dudosa en sus objetos del deseo, la seducción de los orificios, de las cirugías radicales, de los implantes biomecánicos y las partes mutiladas por el placer de despojar al otro de su carne. Estos deseos necrófilos que todos tenemos en nuestro inconsciente el deseo de poseer un cuerpo muerto podrido zurrado en sus pantalones por ultima vez , la mierda oliendo a placer y la muerte apestando a deseo.
El rostro del mousntruo humano tiene que morir la perversidad del placer y la manía carnal nos harán seres desmesurados que traspasaran el velo de la carne.
Los fluidos corporales se trasforman en enfermedades visuales, que nos distorsionan hasta el ultimo hueco neuronal de la locura placentera, la carne tiene que ser tasajeada, destruida en su terminología mas Light, llevada al exceso de la arbitrariedad y las perversiones.
Los elementos sociales desviados no somos más que mercancías malditas, trasgresiones, descriptivas de un entorno enfermo, pervertido y dionisiaco.
La sagrada violencia ultrajada por el dominio de lo prohibido, los híbridos posmodernos, garantizan el acercamiento a la trasgresión y sus secuelas terriblemente rotas, los oníricos términos del placer nos dejan sueños húmedos que penetran en los vómitos orgásmicos de los excesos…
No hay erotismo sin humor, sin carne podrida o anos con mierda, desfigurar los arquetipos eróticos para conocer una nueva carne cada vez menos humana y mas futurista, la maquina sexuada del sistema gime modificaciones en los aburridos estereotipos de lo que debe ser, ir mas allá de la frontera de la carne y sus reglas caducas y dudosas, engendrar una nueva era de perversiones y búsquedas carnales, ahí es donde llegara el hombre a su muerte y evolución.
A quien no le gustaría tener un pito mecánico que nunca se dejara de parar, o una piel de jovencita aunque esta nos sea trasplantada de un cadáver, superemos el miedo a la muerte, destruyamos nuestras ultima vísceras de vida en una montaña de fierros oxidados, los resultados de la nueva carne traspasan las fronteras de lo establecido por el miedo colectivo, a quien puta madre debemos de dar cuenta de nuestras enfermedades, la estética repulsiva de nuestras acciones cotidianas, nos enfrenta con las reacciones de un cuerpo mutante que palpita, desfiguración.
Poco a poco nos iremos volviendo cartílagos con metal, la sombra de nuestro pasado erótico va morir, los ideales estéticos de la belleza se van a la chingada, los miedos surgirán como filias, incontrolables que desataran los rituales corporales de los neos-homos, la transmutación de la muerte en vida, en mundo paralelos placenteros, a gusto con su propia deformación y trasgresión interna.
Somos unos mountruos de feria, renegando nuestros vicios, aceptemos nuestros miedos, y disfrutemos sus terrores físicos o mentales, entremos en la extravagancia de los viajes, traspasemos la frontera de la carne, para así ser libres de derroches y realidades. NO PODEMOS DESTRUIR AL MOUNSTRUO PUES EL MOUNSTRUO SOMOS NOSOTROS.
MaRGARa cERvaNTES
La deformidad se ha convertido en una pinche perra que gime pendejadas….cuando le penetran los únicos vestigios neuronales que le acercaban a la divinidad….
Las drogas, el sexo, la locura, la perversión, la carne después que la muerte de los excesos cotidianos, que todos gozamos, hemos mutado en pedazos deformados que cobran vida, que gozan describiendo las atrocidades apocalípticas que todos compartimos somos un espejo de perversiones tacitas. Nuestros encuentros con los cuerpos muertos desde su origen terrenal, nos enfrentan a un destino innegable la paulatina degeneración DEL BIEN LLAMADO CUERPO...
Hemos conocido tan solo, una línea prefijada por la sociedad de consumo, no hemos perdidos el miedo a la carne, somos incapaces de superar lo establecido, los patrones estereotipados de estas sociedades carnívoras nos han encerrado en imágenes BONITAS, la belleza pura es la deformidad de los excesos y su locura apócrifa…
La pornografía y el erotismo nos son mas que el reflejo de una sociedad moralista y dudosa en sus objetos del deseo, la seducción de los orificios, de las cirugías radicales, de los implantes biomecánicos y las partes mutiladas por el placer de despojar al otro de su carne. Estos deseos necrófilos que todos tenemos en nuestro inconsciente el deseo de poseer un cuerpo muerto podrido zurrado en sus pantalones por ultima vez , la mierda oliendo a placer y la muerte apestando a deseo.
El rostro del mousntruo humano tiene que morir la perversidad del placer y la manía carnal nos harán seres desmesurados que traspasaran el velo de la carne.
Los fluidos corporales se trasforman en enfermedades visuales, que nos distorsionan hasta el ultimo hueco neuronal de la locura placentera, la carne tiene que ser tasajeada, destruida en su terminología mas Light, llevada al exceso de la arbitrariedad y las perversiones.
Los elementos sociales desviados no somos más que mercancías malditas, trasgresiones, descriptivas de un entorno enfermo, pervertido y dionisiaco.
La sagrada violencia ultrajada por el dominio de lo prohibido, los híbridos posmodernos, garantizan el acercamiento a la trasgresión y sus secuelas terriblemente rotas, los oníricos términos del placer nos dejan sueños húmedos que penetran en los vómitos orgásmicos de los excesos…
No hay erotismo sin humor, sin carne podrida o anos con mierda, desfigurar los arquetipos eróticos para conocer una nueva carne cada vez menos humana y mas futurista, la maquina sexuada del sistema gime modificaciones en los aburridos estereotipos de lo que debe ser, ir mas allá de la frontera de la carne y sus reglas caducas y dudosas, engendrar una nueva era de perversiones y búsquedas carnales, ahí es donde llegara el hombre a su muerte y evolución.
A quien no le gustaría tener un pito mecánico que nunca se dejara de parar, o una piel de jovencita aunque esta nos sea trasplantada de un cadáver, superemos el miedo a la muerte, destruyamos nuestras ultima vísceras de vida en una montaña de fierros oxidados, los resultados de la nueva carne traspasan las fronteras de lo establecido por el miedo colectivo, a quien puta madre debemos de dar cuenta de nuestras enfermedades, la estética repulsiva de nuestras acciones cotidianas, nos enfrenta con las reacciones de un cuerpo mutante que palpita, desfiguración.
Poco a poco nos iremos volviendo cartílagos con metal, la sombra de nuestro pasado erótico va morir, los ideales estéticos de la belleza se van a la chingada, los miedos surgirán como filias, incontrolables que desataran los rituales corporales de los neos-homos, la transmutación de la muerte en vida, en mundo paralelos placenteros, a gusto con su propia deformación y trasgresión interna.
Somos unos mountruos de feria, renegando nuestros vicios, aceptemos nuestros miedos, y disfrutemos sus terrores físicos o mentales, entremos en la extravagancia de los viajes, traspasemos la frontera de la carne, para así ser libres de derroches y realidades. NO PODEMOS DESTRUIR AL MOUNSTRUO PUES EL MOUNSTRUO SOMOS NOSOTROS.
MaRGARa cERvaNTES
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